Historia del Mercado Central de Castellón

Desde las antiguas ferias hasta la realidad del Mercat Central, a través de los distintos mercados que se han sucedido en el transcurso de la historia, esta actividad siempre ha sido punto de encuentro y referencia en el centro mismo de la ciudad, junto a la iglesia de Santa María, donde ya en la baja Edad Media se instalaron tanto las carnicerías como el almudín.
El siglo XVIII, también la feria es trasladada al entorno de la plaza principal de la población, aunque años después sería reubicada en la plaza del Rey, donde, por otra parte, funcionaba desde 1800 el mercado de los lunes.
En un principio, las tiendas están en las plazas más céntricas del casco urbano, pero la construcción de la capilla de la Comunión de la iglesia Mayor en 1663, obligó al traslado de las carnicerías que estaban en aquel lugar. A partir de este momento, la Plaça Vella se convirtió en el auténtico foro de la villa y, mientras el mercado se consolidó en el centro de la que fue plaza de España, después de la Construcción y siempre plaza mayor, la pescadería encontraría su acomodo en la plaza que lleva su nombre. Ambos recintos contaron a partir de 1913 con sendos cobertizos, a los que se unió dos años después el mercadillo en la plaza situada al norte del palacio municipal. Fueron los antecedentes del Mercado Central, cuya construcción comenzó a plantearse el Ayuntamiento en 1925, pero no se plasmaría hasta el 21 de diciembre de 1949 en que tuvo lugar su inauguración.